No es una noticia alentadora para este blog, que acaba de nacer: no se venden bien las ediciones para iPad de las principales revistas norteamericanas. Según los primeros datos ofrecidos por la Audit Bureau of Circulations -el equivalente a nuestra OJD- y recogidos por un informe de Women’s Wear Daily, tras el éxito inicial de los primeros números, las cifras de venta han experimentado una caída considerable.
Forbes, no obstante, señala que los datos no son tan malos ya que estas caídas son paralelas a las sufridas por las ediciones en papel. Suena a "mal de muchos, consuelo de tontos", pero es lo que hay.
Lo interesante del informe de Forbes es que apunta cuatro motivos que explicarían esta caída de ventas de revistas para iPad y que rebajan los ánimos de quienes piensan –como yo- que el futuro del periodismo impreso pasa por las tabletas.
La primera, el precio. Parece difícil convencer al consumidor para que pague, en algunos casos, hasta cinco veces más por la misma publicación, cuando muchos de los contenidos enriquecidos –vídeos, audios y contenidos interactivos- están ya disponibles gratuitamente en la red y cuando existen otras aplicaciones que ofrecen igual o más entretenimiento de manera más barata.
La segunda, la falta de visibilidad. La Apple Store resulta, por el momento, un mercadillo bastante desordenado donde las revistas tienen que pelearse por miles de aplicaciones para ganarse la atención del público. Como apunta Forbes, no estaría mal que se lanzara alguna aplicación-quiosco a la que acudir para comprar y ojear nuestras revistas preferidas y la competencia.
La tercera, la escasa innovación. Muchos de los lectores que compraron las primeras ediciones para iPad han acabado decepcionados por no encontrar en ellas innovaciones que realmente les cautivara o les hiciera percibir que merecía la pena dejar a un lado el papel. Es, sin duda, una crítica interesante por cuanto exige pensar qué tipo de contenido y diseño deben desarrollar estas publicaciones.
Por último, el tiempo de descarga. Bajarse una edición digital de estas revistas requiere en muchos casos armarse de paciencia. Como recuerda Forbes, el primer número de Wired pesaba 500 Mb, mientras que la primera edición de The New Yorker, 173 Mb. Es necesario seguir desarrollando la tecnología hasta lograr que estas revistas no terminen por comerse la memoria interna del iPad.
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